01 marzo, 2007

Iniciando la historia - Bucaramanga 1981


Para algunos de nosotros fue el primer torneo Nacional, y el inicio de esta historia que tratamos de escribir aqui.

Era mi primera visita a Bucaramanga, ciudad que con el tiempo se vuelve más linda. Gente amable y cordial. Como buena "Liga sin recursos" que se respete, nos hospedaron en un colegio (más parecía un Convento por la rigidez del Profe) junto con otros equipos. Comimos yuca para el resto de la vida (desayuno, almuerzo y comida), aunque decir que comimos es demasiado, pues Yo prefería aguantar hambre a tragarme ese tubérculo que tanto odiaba (hoy me encanta). Estaba de moda el famoso "cubo mágico" (invento de un desocupado llamado Ernó Rubik), y no éramos pocos los que nos disputábamos el título "del menos pendejo" que lo armara más rápido.

Deportivamente hablando, no fueron muchos los triunfos (perdimos todos los partidos) pero sí ganamos mucha experiencia y algunos kilos (por lo de la yuca), aunque para decirlo francamente (y se puede ver en la foto), ni con relleno nos inflaban, parecíamos unos esqueletos gordos, claro que en esta última clasificación también estaba Gustavo Lindo (hoy más reconocido por su similar físico con Rambo) pero que en la época era más flaco que nosotros.Una de las anécdotas es tal vez en uno de los últimos partidos, Andresito le dió por innovar en su estilo, y nos sorprendió a todos (inclusive al público en general) con un lanzamiento en bandeja desde la zona de tiros libres (cobrando una falta). No recuerdo si convirtió la cesta, pero si que nos dejó entre "cagados de la risa" y "paralizados del susto" pues no sabíamos si valía o no.

El uniforme usado fue en color azul oscuro con linea amarilla en los bordes. Me tocó la camiseta con el "8", número que nunca más usé, porque después de ese torneo siempre usé la No.12 (no recuerdo la razón o si fue alguna extraña influencia). No es claro para mí cuántas veces usamos este mismo uniforme (por limitación de recursos, los uniformes eran usados y reusados hasta el último hilo), pero como estábamos en fase de crecimiento creo que no fueron muchas veces más. Pero si sé de alguien que después de viejo, apareció en una de nuestras recochas recientes con una camiseta de esas (se la debió robar pues nunca nos la regalaraon), y parecía como una rellena paisa. Mejor le preguntamos a Lucho si sabe algo al respecto.

Días antes del viaje nos llevaron a una concentración a una finca en Viterbo, de Familia de uno de nuestros compañeros de viaje (ahora recordé quien es el último de la fila a la derecha en la foto,el dueño de la finca, el mono Juan Manuel??). El día en que dejábamos la concentración fuimos despedidos por las autoridades del pueblo, entre ellos Alcalde, Policía y algunas simpáticas exponentes de la belleza autóctona del lugar, que insistían en bailar alguna cosa, pero pudo más nuestra timidez y el temor a hacer el ridículo, que las dejamos sentadas viendo un chispero. Hubo brindis con palabras del personaje local, y todos los mejores deseos por obtener excelentes resultados en el torneo y dejar el nombre del departamento en alto. Lo paradójico del asunto es que Viterbo pertenece a Caldas y no a Risaralda. Así como nosotros, tal vez ellos tampoco se sientieran Caldenses.

Al regreso, uno de los 13 jugadores que habíamos sido convocados a la concentración se quedaba en Pereira y no viajaba, pues la regla eran 12 jugadores para el torneo. Ese momento en que fue anunciado el nombre de quien no nos acompañaría, tal vez sea uno de los recuerdos tristes y emotivos que tengo. El nombre era el de Oscar, mi "partner"(todos siempre tuvimos un partner en el equipo) con quien casi todos los días íbamos juntos hasta el Coliseo, con quien entré a la Liga el mismo día, provenientes del mismo colegio, y con quien tuve que regresar esa tarde camino a nuestras casas, con la lágrima en el ojo (no hay otro lugar) tuve que decirle chao pues no estaría con nosotros en Bucaramanga. Lo bueno es que el futuro fue bastante generoso con Oscar, y no fueron pocos los torneos en los que participó, siendo hoy uno de los veteranos (de 39 años) más activos que tenemos.

Y fue así con este torneo como comenzó para muchos de nosotros toda esta historia de amistad y deporte. Bueno mis AMIBAS, dejo espacio para que otros dejen huella de sus impresiones de éste y otros torneos.

Un Amibrazo para cada uno.

Carlos Augusto

1 comentario:

Anónimo dijo...

Increíble que esos niños todavía sean amigos, y más sorprendente aún que sigan jugando baloncesto, a pesar de los años y de los kilos ... Muy chévere la inciativa. Ánimo y adelante con su AMIBOSO entusiasmo.